Héctor Montalvo: “El tiro aporta concentración, análisis en la toma de decisiones y gestión emocional”

El director de la Escuela de Tiro de la Real Federación de Tiro Olímpico de la Comunidad Valenciana, Héctor Montalvo, repasa en esta entrevista a actualidad del tiro, sus inicios y sus reflexiones sobre un deporte que continúa en auge. “El tiro olímpico es un deporte que se practica con armas, que es nuestra herramienta de competición, tal y como pueden ser las zapatillas en un velocista o la jabalina en un lanzador”, explica.

La escuela de tiro valenciano sigue creciendo. Tras una temporada repleta de competiciones, grandes resultados deportivos y formación. La Real Federación de Tiro Olímpico de la Comunidad Valenciana continúa su apuesta por seguir siendo referentes, trabajando la base y la cantera, y aportando la formación necesaria para preparar al futuro del tiro, como deportistas o entrenadores. Pero el tiro es mucho más que eso. Es potenciar la concentración. Es hacer hincapié en la toma de decisiones. Es promover la gestión emocional desde la competición para trasladarlo al terreno más cercano; la propia vida.

Y así lo confirma Héctor Montalvo, el director de la escuela RFTOCV. Una escuela que trasciende de la teoría y la práctica. Una escuela que propone nuevos conocimientos y, especialmente, fomenta los valores del deporte.

¿Cómo fue tu llegada al mundo del tiro olímpico y qué te ha motivado a especializarte en la formación de tiradores jóvenes? 

En mi casa siempre ha habido armas, pues mi padre era cazador. Pero, a mí la caza no me atraía. Cuando fui mayor de edad pasaba por la puerta de una armería cercana a casa. Un día entré a preguntar y me llevé una pistola de aire comprimido Gamo PR45, que aún conservo. Antes de un año me estaba sacando la licencia F y empezando a competir con arma de fuego. Quería aprender más y no existía en aquel momento la posibilidad, pues había muy pocos entrenadores, pero no había una escuela como tal. Simplemente eran deportistas que se habían sacado el título de entrenador para poner en práctica ellos mismos lo que habían podido aprender. En ese momento me di cuenta que era necesaria la figura de una escuela de tiro a todos los niveles, pues habían deportistas buenos que aprendían de forma individual y autodidacta.

Una vez obtuve el título seguí aprendiendo y no fue pasado unos años hasta que empecé a impartir clases, en aquel momento a adultos, hasta que desde la Federación Valenciana se planteó crear una escuela bien organizada para niños.

En tu papel como director de la Escuela de Tiro de la Federación de la Comunidad Valenciana, ¿cuáles son las principales líneas de trabajo y metas que persigue el proyecto? 

Trabajamos sobre varias líneas: la formación continuada para adultos, damos cursos para otros entrenadores de nivel nacional, se imparten cursos de recarga también y la escuela de jóvenes promesas.

No hay solo una meta, hay varias, porque cada una de las líneas persigue un objetivo. En la formación continuada de adultos pretendemos formar a deportistas, pero también crear una continuidad para aquellos deportistas que acaban de obtener la licencia de armas, desean seguir aprendiendo y puedan crear un grupo acorde a su nivel, en la que sus inquietudes y ganas de aprender vayan creciendo y resolviéndose.

En los cursos de Entrenador Nacional buscamos dar una formación de calidad a todos aquellos que a nivel nacional confían en nosotros para su formación. Y en el caso de los niños, crear una base de deportistas con un buen nivel deportivo, en el que el deporte del tiro olímpico sea concebido como una actividad más dentro de su vida deportiva a esta temprana edad. Actualmente tenemos unos 30 deportistas junior, de los cuales algunos de ellos compiten a nivel nacional con muy buenos resultados.

¿Qué perfil suelen tener los jóvenes que se incorporan a la escuela y de qué manera se estructura su formación desde el primer momento? 

La gran mayoría son jóvenes que les llama la atención el tema de las armas desde el aspecto deportivo. Lo primero que se les enseña es el aspecto de la seguridad, los conceptos básicos del tiro olímpico, el cómo apuntar, qué posición, cómo coger el arma. Y se les hace mucho hincapié en el aspecto mental: cómo ordenar las ideas antes de la ejecución de un disparo, cómo relajarse y cómo afrontar las competiciones desde la tranquilidad.

¿Qué factores consideras fundamentales a la hora de identificar el talento deportivo en edades tempranas dentro del tiro? 

Hay deportistas que tienen un talento natural hacia la precisión y se les da bien casi desde el primer día. Pero, más que el talento, quiero destacar la actitud y el sacrificio al trabajo, el entrenamiento y la disciplina. Hay muchos deportistas que tienen un talento innato, pero no son constantes en su entrenamiento. En este grupo de deportistas sí se consigue una rutina de entrenamiento que siguen de forma regular y tienen la capacidad para ser excelentes. Hay deportistas que no tienen un talento innato, pero gracias al esfuerzo y la metodología de trabajo obtienen resultados muy buenos, a la altura de los mejores.

¿Cómo planteáis la adaptación del entrenamiento técnico según la edad, el desarrollo emocional y el nivel de experiencia de cada tirador o tiradora? 

En la escuela tenemos deportistas desde 8 años hasta los 23. Hasta los 12 años los deportistas pueden competir con un soporte para que el arma no les pese tanto. Es un sistema de poleas que reduce el peso para que facilite la puntería del joven deportista. Algunos niños antes de los 12 están preparados para poder practicar sin el soporte. Analizamos el desarrollo muscular y el nivel deportivo antes de dar el paso con estos jóvenes.

El desarrollo emocional depende de la fortaleza mental de cada uno. En algunos casos con seis meses son deportistas plenamente maduros. En otros casos,  el nerviosismo y la inseguridad en la competición cuesta superarlo. Tratamos que los deportistas piensen únicamente en la técnica y en el gesto deportivo en cada ejecución, de tal forma que en su mente no entren inseguridades o nerviosismo. Pero a veces, en ciertos momentos de la competición, esto es inevitable.

Desde tu experiencia como formador y responsable del equipo técnico, ¿qué relevancia le das al componente psicológico en la preparación de los deportistas?

Hay deportistas que se ponen nerviosos después de hacer varios dieces, otros en los instantes antes de la competición. Les damos pautas de gestión emocional y técnicas de relajación para que bajen su nivel de activación y planifiquen las ejecuciones de los disparos. Además, para que tengan seguridad antes de cada uno de ellos. Esto les lleva a que sepan gestionar la competición.

¿Cómo describirías la colaboración entre entrenadores y familias en el proceso de formación deportiva de los más jóvenes? 

Las familias son una parte muy importante en este deporte. Ellos confían en la labor de los entrenadores y están apoyando en todo momento a sus hijos y al resto de compañeros. Aproximadamente la mitad de los alumnos tienen relación con este deporte gracias a sus padres que lo han venido practicando con anterioridad, pero la otra mitad han conocido este deporte gracias a las ganas de probarlo de los propios niños. De hecho, algunos padres han empezado a practicarlo gracias a que sus hijos venían a la escuela todas las semanas.

¿Hay algún caso de evolución destacada dentro de la escuela que te haya marcado especialmente y que te parezca interesante compartir? 

No hay uno solo, hay muchos (risas). En este 2025 destacaría el papel que desempeñó Ariadna Vázquez (16 años) en el Campeonato de España de JJPP: lleva menos de un año y quedó 3° en la categoría de cadete. También, el de Pablo García (10 años) que empezó en diciembre 2024 y, en menos de un año en la categoría alevín con apoyo en el Campeonato de España de JJPP, es quien más puntos hizo de esta categoría. El de Abel Dago (20 años) es otro: se quedó a solo 4 puntos de hacer marca B para ser internacional. Y hay más. Como podrás imaginar es muy gratificante ver cómo los alumnos crecen. Eso te empuja para seguir al frente ayudándoles a todo lo necesario.

¿Qué dificultades detectas con mayor frecuencia para captar nuevos jóvenes para el tiro olímpico y cómo las estáis abordando desde la federación? 

Quizá el desconocimiento de la sociedad hacia el mundo de las armas o el rechazo que estas producen en un gran número de ciudadanos debido a que muchos desconocen que hay un deporte detrás y solamente piensan en los delitos que se cometen con armas ilegales. Desde la federación educamos a todos los deportistas: el tiro olímpico es un deporte que se practica con armas, que es nuestra herramienta de competición, tal y como pueden ser las zapatillas en un velocista o la jabalina en un lanzador. Las pistolas o carabinas no son más que nuestra herramienta, con la que practicamos el deporte, aprendemos y evolucionamos como deportistas.

¿Qué tipo de relación mantenéis con clubes, ayuntamientos u otras entidades para reforzar el crecimiento del deporte base en la Comunitat Valenciana? 

Tenemos relación con otros clubes de tiro con las que intentamos promocionar el deporte con nuestros propios medios, porque las ayudas son escasas debido a que es un deporte minoritario que no sale en las televisiones ni prensa.

¿Qué lugar ocupan actualmente la tecnología o los métodos innovadores dentro del programa formativo de la escuela? 

En la escuela contamos con un entrenador electrónico llamado SCATT se analiza todos los movimientos que realiza el deportista para obtener el disparo. Es una herramienta de análisis que permite detectar muchas desviaciones de la ejecución ideal. Además, en las instalaciones de la Federación en Náquera contamos actualmente con 30 blancos electrónicos MEYTON de última generación.

¿De qué manera aseguráis que el equipo técnico de la federación se mantenga alineado con los valores educativos y deportivos que deseáis transmitir? 

Actualmente en la Federación contamos con 15 entrenadores nacionales titulados, que están alineados con la transmisión de valores y enfoque, tanto a nivel deportivo como de respeto. Por ejemplo, mi ayudante en la escuela de Jóvenes Promesas fue alumna mía y llegó a ser internacional durante 3 años, por lo que los valores se están transmitiendo ya en segunda generación. Todos los técnicos debemos presentar anualmente un certificado de ausencia de delitos de carácter sexual y mantenemos charlas en las que marcamos la línea a seguir.

¿Qué objetivos a medio o largo plazo te planteáis para seguir desarrollando la escuela de tiro y potenciar su influencia en el panorama autonómico? 

Estamos en conversaciones con otros clubes de la Provincia para poder fomentar intercambios y entrenamientos mixtos y poder exportar el sistema de trabajo que tenemos dentro de la escuela de Náquera a otros clubes para poder llegar al máximo número de alumnos bien formados.

Para finalizar, ¿qué crees que puede aportar el tiro olímpico a un niño o una niña que se inicie en este deporte, tanto en lo deportivo como en lo personal?

Estabilidad, equilibrio y fortaleza mental. Gestión de las emociones, disciplina, capacidad de superación ante situaciones adversas, entre otros. Este es un deporte que ayuda a la concentración y análisis en la toma de decisiones, algo que les sirve para su vida extradeportiva.

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